El pasado uno de junio a las 18:00 asistí a la actuación en el teatro Cervantes, ‘’Campanadas de boda’’ de la compañía La Cubana.
(Cristina Espejo Roque, 2º devESO, Colegio Santa Rosa de Lima).
El teatro Cervantes estaba prácticamente completo, adornado con algunos jarrones de flores blancas en las esquinas. Empieza la obra y en el escenario había un decorado de una casa de color blanco, en la ventana ponía ‘’6 HORAS ANTES’’ y la melodía de la canción Cómo nos gusta hacer teatro, de J. Vives. Se ilumina todo el escenario y aparecen tres mujeres: Violeta, acompañada de su madre y su tía. Hablaban sobre que, Violeta, la novia, no quería casarse, sino vivir con su novio (un famoso actor) en la India. Su tía y su madre insistían en que se casara, que era lo tradicional. Aunque Violeta insistía, al final acabó cediendo.
El teatro se vuelve a oscurecer, y en la ventana pone ‘’5 HORAS ANTES’’, con la misma melodía que la anterior vez. En esta ocasión, los mismos actores cambiaban el decorado al ritmo de la música, algo que personalmente me encantó. Violeta sigue arreglándose para la boda, mientras llegan familiares suyos. Entre ellos, su hermano, su cuñada (francesa), su tía Consuelo, su padre (divorciado de la madre) y algunos más.
Pasaban las escenas, numeradas por ‘’Horas antes’’ de la boda. Entre una de esas escenas, dos hombres que eran familiares de Violeta, querían casarse después de vivir siete años juntos, pero la familia decía que era una tontería y que no estaba bien visto. Hasta que uno de ellos se rebela y se ponía en contra, de que Violeta sin querer casarse se tenía que casar porque la familia quería y ellos que si que se querían casar no le dejaban. Este tema me pareció bastante interesante, porque esto pasa últimamente en esta sociedad, así que fue un tema que me gustó mucho. Tía Consuelo, por su parte, daba un toque de humor con sus creencias antiguas, aparte de que estaba un poco sorda. Y Regina, (la cuñada francesa) que tenía al hermano de Violeta dominado, la familia se debatía con ella por tenerlo así. Estos son algunos puntos de humor horas antes de la boda.
Todo estaba preparadísimo, pero llamaron a la madre diciéndole que en el ‘’palacete’’ que tenían para celebrar la ceremonia no cabían ochocientos invitados, así que a la madre se le ocurrió una idea, que no desveló hasta el final.
Media hora antes de la boda, Violeta descubre que su tía y su madre no compraron el vestido que ella eligió, así que vinieron modistas a hacerle el suyo. Todos los familiares, estresadísimos por la boda, se preparan hasta que por fin, llega la hora de la boda. De pronto, el escenario se oscureció y un grupo de personas empezaron a poner muchas flores blancas por todo el escenario, y el público entero se sorprendió. En el escenario, se abrió una gran tela con una pantalla en el centro. Entonces, dijeron que: ¡Ese sería el sitio de la boda, el teatro Cervantes! Y que nosotros íbamos a ser los invitados. Pero que no iba a ser una boda normal: iba a ser por videoconferencia: La novia se casaba en el teatro y el novio en la India. Así que, salió el novio en la pantalla y podían hablar con todos los de la celebración. Todos nos quedamos boquiabiertos, pero ahí no acabó la cosa… ¡Nos repartieron pamelas a todo el público! Y además, nos hicieron fotos que al día siguiente colgaron en el periódico Sur.
Las damas de honor fueron elegidas entre el público, y todos nos pusimos a bailar canciones típicas de la India. Antes de la ceremonia, nos explicaron ritos de celebración que se hacen en las bodas indias, cosa que me pareció muy interesante. Y por fin… ¡Se casaron!
La obra para mí, fue espectacular. Era una verdadera comedia, introduciendo también parte de musical. Una cosa que me gustó fue que estaba enfocado a Málaga, diciendo muchos sitios, características y lenguaje de nuestra ciudad. El argumento estuvo genial, y no podíamos parar de reír. Además la obra nos quiere transmitir en cierto modo, que las familias le dan demasiada importancia a la celebración y a lo tradicional, y no le dan tanta importancia a algo más importante: el amor. Una cosa que me encantó fue algo que dijeron mucho, tanto en una de las canciones como en la misma obra, y que se me quedó grabado en la mente: Hacer teatro en la vida es esencial.